A tú encuentro
Por: Enrico Chávez
¿Dónde estás que no te encuentro?
No sé si ahora te escondes o me estarás buscando,... Ver másA tú encuentro
Por: Enrico Chávez
¿Dónde estás que no te encuentro?
No sé si ahora te escondes o me estarás buscando,
Lo que si sé es que te llevo en el pensamiento,
Aunque aún el destino no nos haya presentado.
Y no sé cuál es el nombre que debo escribir en mis versos,
Ni cuál es el color de tus ojos que hoy mirar añoro tanto,
Lo que si sé es que no importa si estás cerca o estás lejos,
Ni cuanto tiempo pase por que te seguiré esperando.
Mi mundo parece estar vacío y a la vez estar lleno,
Pues me haces falta en mi realidad aunque en mis sueños siempre has estado,
Y son los sueños donde residen mis ilusiones y siento que todo lo puedo,
Donde forjo el futuro que hace irrelevante mi pasado.
Eres tú la alegría que me da el aliento,
Y sin importar lo que pase me animas a seguir caminando,
Por que es sólo la esperanza de encontrar el amor verdadero,
Lo que hace que la vida tenga sentido, pues nunca se ha vivido si nunca se ha amado.
Tecnología versus el arte de la música: el lado oscuro de la inteligencia artificial que amenaza con ser una fuerza disruptiva a la originalidad de la creación artística
En el medio de lo que hoy en ... Ver másTecnología versus el arte de la música: el lado oscuro de la inteligencia artificial que amenaza con ser una fuerza disruptiva a la originalidad de la creación artística
En el medio de lo que hoy en día se denomina como la cuarta revolución industrial en donde las llamadas tecnologías disruptivas como el internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial se nos presentan como los grandes inventos del siglo XXI que van a impactar nuestras vidas de maneras muy positivas conduciéndonos hacia un mejor nivel de vida al reducir de manera significativa el trabajo y el tiempo que nos toma realizar algunas tareas e inclusive permitiéndonos realizar tareas que antes no éramos capaces de hacer, se parecen estar presentando consecuencias negativas no intencionadas como la falta de creatividad y la falta de respeto al artista por el uso no autorizado de su recurso artístico que es su recurso principal e inalienable. Esto ha quedado evidenciado de manera clara en los titulares de las noticias en las últimas semanas en donde los nuevos sistemas de producción de música por medio de inteligencia artificial han salido a relucir con varias polémicas afectando a importantes figuras de la música como es el caso de los cantantes Drake y The Weeknd al igual que otros nombres como el famoso DJ David Guetta. El problema con estos nuevos sistemas es que los mismos utilizando el material protegido por derecho de autor pueden replicar la voz del artista entre cosas y pueden utilizar dicha voz para ya sea crear material inédito que parezca interpretado por un artista en particular aunque esto sea falso ya que el artista no tuvo nada que ver en dicho proceso creativo si no que el mismo ha sido totalmente creación de un programa de computadoras emulando al artista ó colocar esta voz en canciones ya existentes no pertenecientes al artista o editando componentes en las canciones existentes del artista. En fin en todo caso si el proceso creativo es un arduo trabajo en que en la música se involucra una serie de personas talentosas como compositores, músicos, arreglistas y cantantes entre otros, ¿pudiésemos decir que es correcto que un programa de computadora diseñado para crear materiales basados en lo que aprende del material producido por tanto trabajo pueda tomar hasta más preponderancia que el mismo artista en esta era digital? ¿Es moralmente correcto tomar algo como la voz de una artista y recrearla utilizándola para producir música que quizá ni si quiera siga sus convicciones musicales? y ante todo ¿sería correcto que alguien que no sea el artista pudiese monetizar de un material en donde se utilice en el caso de un cantante su recurso más importante que es su voz sin su autorización?
El en caso de Drake y The Weeknd la industria musical ya arremetió con fuerza ya que Universal Music quien domina los derechos de cerca de un tercio de toda la música a nivel mundial obligó a que se quitara de todas las plataformas la canción "Heart on my sleeve" la cual fue generada cien por ciento por un generador de música por inteligencia artificial y nunca fue realmente grabada por los dos artistas, aduciendo infracción de derechos de autor. En otro incidente similar el DJ David Guetta recientemente utilizó un sistema de inteligencia artificial para generar la voz del rapero Eminem e incluirla en una de sus canciones durante un show en vivo. En este caso Guetta ha tenido que prometer no publicar esta versión de manera comercial para evitar problemas con el músico americano ya que no pidió su autorización.
La introducción de estos sistemas presenta múltiples retos desde el punto de vista legal ya que existen muchas áreas grises en donde los músicos pudiesen no estar muy bien protegidos y a expensas de estos oportunistas sin creatividad que utilizan la tecnología para lucrar del talento y esfuerzo de otros. Pero más allá del punto de vista legal, desde el punto de vista moral si se dice que la música es la expresión del alma es totalmente incorrecto utilizar el recurso vocal de un artista sin su autorización y crear confusión entre los fanáticos que ya no pueden saber si la propuesta musical viene de su artista o es una copia falsa creada por un sistema informático. Es decir ¿no sería esto como robar un pedazo del alma del artista? ¿No sería mejor utilizar estos avances tecnológicos para crear nuevos sonidos y ritmos originales sin tener que tratar de robar el sonido de alguien existente para llamar la atención de las personas?
Independientemente de cual sea nuestro punto de vista al respecto, lo que si es cierto es que desafortunadamente esta tendencia de la creación de esta música con voces falsas generada por inteligencia artificial llegó para quedarse y va a tener un impacto significativo en la industria de la música y como en toda historia al final los grandes intereses probablemente puedan encontrar alguna solución legal para monetizar de la situación pero aquellos artistas auténticos que les preocupe el arte más allá de lo monetario quedarán compitiendo contra las máquinas que producirán música basadas en algoritmos y tendencias identificadas en la data pero sin ese componente del alma.
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